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viernes, 7 de octubre de 2011

Más de 100 mentiras




Anoche tuve la suerte de poder asistir al estreno de "Más de 100 mentiras", el musical inspirado en la obra de Joaquín Sabina. A las 20:30 pasaba por debajo del gran bombín y entraba con Julián, mi novio, en el teatro Rialto de la Gran Vía madrileña.


En el hall estaba situado el photocall por el que fueron pasando los famosos que asistieron al estreno: Ángel Nieto, Ángela Carrasco, Antonio de la Torre, Inma Cuesta, Alicia Rubio, Raúl Arévalo, Adrián Lastra, David de María, Fernando Gil, Inma Cuesta, Fernando Tejero, Ismael Serrano, Joan Manuel Serrat, Juan Echanove, Ana Arias, Carmen Calvo, Juana Acosta, Loreto y Marta Valverde, Rubén y Leiva (Pereza), Mai Meneses, Malena Alterio, Manuel Bandera, Hector Colomé, Marta Hazas y Javier Veiga, Santiago Segura, Paloma San Basilio, Paco Valladares, Miguel Bosé, Pasión Vega, Modesto Lomba, Roberto Álamo, Pilar Castro, Sandra Cervera, Soledad Mallol, Javier Krahe, Pancho Varona, Antonio García de Diego, Marita Barros, y otras muchas persnalidades que no quisieron perderse el evento. Y por supuesto, no podía faltar el invitado de honor, en cierto sentido el homenajeado, el maestro Sabina.  



Al verle entrar se me aceleró el corazón hasta límites insospechados. Tenía la esperanza de que asistiese al estreno, pero no quería hacerme muchas ilusiones por si no iba. No me falló. Allí estaba él, a escasos metros de donde me encontraba. Tras posar unos instantes para los medios dejó el photocall. En ese instante la gente empezó a abalanzarse sobre él para conseguir una foto, unas palabras, un autógrafo... Así que, agobiado por la multitud, tuvo que salir a la calle por una de las puertas laterales, en la que el personal de seguridad no daba tregua a los fans ansiosos (entre los que me encontraba). Pero dicen que "el que la sigue, la consigue", así que esperé pegada a la puerta hasta que, minutos antes de empezar la función, el Flaco tuvo que volver a entrar para acomodarse en el patio de butacas.

No quería agobiarle, pero tampoco podía permitir que se me escapase la primera oportunidad (y quién sabe si la única) que he tenido en mi vida para poder estar a su lado.


Me hubiese gustado tener una charla con él, pero en un ambiente más tranquilo. Desde luego, pienso seguir intentándolo. Me parece una persona muy culta y con muchas cosas buenas que aportar a los demás. De momento, me quedo con el recuerdo de estar durante unos segundos entre el Genio y Pancho Varona, otro gran músico y mejor tipo.


Aún sin respiración me dirigí hacia el interior del teatro. Julián (mi novio, para quien no lo recuerde) me había dicho que había cogido las entradas de anfiteatro, por lo que estaríamos bastante lejos del escenario. Pero antes de subir hacia nuestros asientos quiso acercarse a la zona del escenario para ver mejor el mismo y a los famosos que habían asistido. Y yo le seguí. Pero la gran sorpresa fue que me había engañado durante meses, puesto que había cogido entradas en la segunda fila del patio de butacas. Y no de las laterales, ni mucho menos. En todo el centro del escenario. ¡Menuda sorpresa! En ningún momento se me había pasado por la cabeza que lo de las entradas de anfiteatro fuese mentira. Así que ahí estábamos nosotros, en medio de la flor y nata del famoseo nacional.

A los pocos minutos empezó el espectáculo. Intentaré explicarlo sin destriparlo demasiado. Para empezar, lo mejor sería conocer a los protagonistas. Aunque lo mejor será dejar que ellos se presenten. Uno de los protagonistas masculinos es Juan Pablo di Pace.

                                             



Le acompaña Álex Barahona para completar la pareja de guapos.

                                            

Y para completar el trío de ases, Guadalupe Lancho.

                                            
Una vez presentados los protagonistas podemos pasar a resumir la historia: El Tuli (Álex Barahona) sale de la cárcel tras 3 años de reclusión con la única idea de vengarse de Villegas, el culpable de su captura y de la muerte de su amigo Samuel. Para lograrlo pide ayuda a Magdalena (hermana de Samuel) y Juan (su antiguo cómplice). Pero Juan no quiere saber nada de eso porque Villegas, su tío, le ha montado un bar (el Darling's) donde se reúnen las prostitutas del barrio (entre las que se encuentra su novia, Magdalena, la hermana de Samuel).

                                                    

Mientras el Tuli y Magdalena tienen claras sus ganas de venganza, Juan se debate entre estar en paz con su tío o vengar la muerte de uno de sus dos mejores amigos. ¿Qué pasará al final? No seré yo quien os lo cuente...



¡Bueno, sí! Al final (aunque creo que sólo el día del estreno) Sabina se sube al escenario a dedicar unas palabras al público y a los actores.                                  
                                                                                                                                                   

Aunque, como bien dice el maestro, él no canta, no faltan algunas de las mejores canciones de su repertorio. Eso sí, un poco cambiadas.

                                          


Aunque el musical ha recibido bastantes críticas negativas por parte de gente que (en mi opinión) no entiende que para hacer un espectáculo así hay que versionar y adaptar las canciones, a mí me encantó. Me parece que los arreglos le dan al espectáculo el punto que necesita para hacer la historia más creíble. Algunas canciones de Sabina son demasiado lentas, o demasiado melancólicas y, aunque me encantan en su versión original, no encajarían en un musical. Me parece que la labor de los músicos, supervisados por Pancho Varona, es magnífica. Y es que no se me ocurre nadie mejor que Pancho para lograr retener esa esencia sabinera en cada una de las notas musicales que suenan en el espectáculo. Las versiones son distintas, sí. Pero aunque cambie un poco la forma, el fondo es 100% Sabina.



El caso es que me importan poco las críticas. Mi consejo es que todos aquellos a quienes les guste Sabina y les gusten los musicales no duden en acercarse al teatro Rialto. Para mí la mezcla no podría haber resultado mejor. Y creo que muchos de los espectadores del estreno están de acuerdo conmigo...

Después de una magnifica velada de buena música, celebrities y sorpresas, salí por la misma puerta por la que había entrado. Eso sí, mi cara ya no era de incertidumbre, sino de alegría.


Tanto me gustó el musical que me he ofrecido voluntaria para asistir de nuevo con quien quiera ir a verlo y no encuentre acompañante. Ojalá sean muchos. De momento, hasta que vuelva a sentarme en una de las butacas del teatro Rialto, me despido con el trailer de "Más de 100 mentiras". Espero que os guste tanto como a mí.

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