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viernes, 4 de mayo de 2012

Corre, dijo la tortuga


Esta canción me parece la ideal para expresar lo que pienso últimamente. Cada vez estoy más convencida de que vivimos en el país del absurdo. Y, para apoyar mi teoría, os dejo unas cuantas ideas a las que llevo dando vueltas durante algunas semanas.


La primera que se me viene a la mente es el famoso "Billetazo" del Metro de Madrid. Si nos metemos en la web de dicha red de transporte público, podemos ver que las tarifas del subterráneo son cada vez menos asequibles. Si tenemos en cuenta que los que utilizamos los transportes públicos somos los ciudadanos de clase media para abajo, ¿cómo pretenden que hagamos compatibles estos precios con nuestra economía doméstica? Si suben los precios, que suban los sueldos, las pensiones y las ayudas por desempleo. Si no, vamos a pasar de ser un país de parados a ser un país de indigentes.


Además resulta especialmente curioso que nos tengamos que apretar el cinturón los de siempre, que tenemos que sufrir las cada vez más frecuentes subidas de precio del transporte público mientras que los políticos se resisten a bajarse de sus coches oficiales. ¿Realmente es necesario que España tenga 22 veces más coches oficiales que Estados Unidos? Coches que, además, no son de gama baja, precisamente. Y se da la paradoja de que algunos altos cargos tienen más de un coche oficial. El Sindicato Unificado de Policía denuncia que cada alto cargo del Gobierno (presidente, ministros o secretarios de Estado) cuenta con hasta cinco coches oficiales para sus desplazamientos . ¿Necesitan uno para cada día de la semana? A ver si es que resulta feo repetir "modelito" y no nos hemos enterado...

Queremos ser un país moderno y desarrollado, pero nuestros políticos se parecen más a los caciques de los países africanos más miserables (que se desplazan en sus Rolls-Royce o Bentley) que a los políticos de la Europa "desarrollada" (a los que podemos ver acudir al Parlamento pedaleando). ¿Cuándo veremos aquí a un alcalde cogiendo el metro (como hace el de Nueva York) y a la familia real trasladándose en bicicleta (como hace, por ejemplo, la reina de Holanda)? Al final va a ser verdad eso de que somos un país de vagos. 

Porque, según Esperanza Aguirre, el metro de Madrid es el más barato y el mejor del mundo, pero la verdad es que las únicas noticias que tengo de que esta señora pisa un vagón de metro es durante los trayectos inaugurales con motivo de la apertura de nuevas estaciones. ¡Claro! Es que hay que salir en la foto... Pero luego, en el día a día, a lo mejor piensa lo mismo que este señor... 


Aparte, eso de que el metro de Madrid es el más barato... depende con qué lo comparemos. Como nuestros gobernantes a veces están un poco despistados (cuando, por ejemplo, no saben cuánto cuesta un café), nosotros, humildes y amables ciudadanos, les recordamos algunos aspectos de nuestra vida cotidiana que ellos tienen bastante olvidados.



Cuando vi la publicidad ésta de "Más por menos" pensé: "¿se han olvidado de la comparativa de los sueldos?". Así que, cuando vi estas "correcciones" me alegré de saber que no soy la única que lo ha pensado. Aquí os dejo una interesante reflexión sobre el tema.


Otro tema curioso donde los haya es que nuestro monarca, don Juan Carlos de Borbón, fuese presidente honorífico de una organización medioambiental como WWF España. He oído varias justificaciones sobre este tema:  que si la organización es conservacionista (no animalista) y no está en contra de la caza, que si Botsuana es el país africano con más población de elefantes y otorga permisos para cazar un pequeño porcentaje cada año...

Luis Suárez, responsable del programa de conservación de especies de WWF España, declaraba que, cuando el rey fue nombrado presidente de honor, WWF España conocía su afición por la caza. Al designarlo, buscaban una figura de máxima relevancia política y social en un momento en el que la conservación del medio ambiente no era un tema importante en la sociedad española. Desde mi punto de vista, error de unos al proponer al entonces Príncipe de Asturias para ese cargo, y error del otro por aceptarlo. Porque, aún suponiendo que la caza sea legal y permitida en estas situaciones, ¿una organización para la defensa medioambiental piensa que sus socios van a ver bien que su presidente honorífico sea un señor que caza, entre otras especies, búfalos y elefantes? Creo que es de sentido común pensar que no.


Un tema que me vuelve loca es el de María Dolores de Cospedal y su famosa reducción de la "prueba del talón". Yo ya no sé a quién creer. Unos dicen que antes detectaba unas 15 enfermedades y ahora sólo 3. Otros aseguran que la prueba siempre ha detectado 3 enfermedades, y que lo de ampliarla era una propuesta que nunca ha llegado a ponerse en práctica. Sea como sea, está claro que este gobierno viene recortando, y mucho. La pena es que lo haga, sobre todo, en sanidad y educación. Apoyan el "no al aborto". Pero...¿para qué? ¿para que cada vez haya más niños, pero cada vez tengan menos educación y menos posibilidades de superar enfermedades? Supongo que la derecha, al ser "amiga" de la iglesia, no se cree eso de la selección natural. Aunque ya no es igual que en la prehistoria, cuando el débil, el enfermo o el menos "espabilado" tenían todas las de perder y estaban condenados a una muerte segura (hasta hace no mucho teníamos una sanidad pública que nos cubría bastantes pruebas y tratamientos), se está condenando a las futuras generaciones a una "muerte social", ya que saldrán menos preparados para enfrentarse a la vida (bien por falta de educación o por problemas de salud). Y si recortan tanto, pues que bajen los impuestos, ¿no? ¿Para qué quieren más dinero, si ahora prestan menos servicios? Señores gobernantes, reduzcan coches oficiales y otras cosas innecesarias y mejoren la medicina preventiva, que es la forma más económica de luchar contra las enfermedades.


Por otra parte... lo de las Autonomías suena muy moderno, pero... ¿no dice la Constitución que todos los españoles tenemos los mismos derechos? pues, desde que se derivaron las competencias, parece que no es así. Al menos se deberían establecer unos criterios "nacionales" en las áreas más importantes y necesarias (para mí, insisto, al menos sanidad y educación) para que podamos aspirar a las mismas condiciones de bienestar, vivamos donde vivamos. Porque antes se intentaba que los menos favorecidos tuviesen la calidad de vida y las oportunidades que teníamos los demás, pero parece que a partir de ahora la tendencia va a ser reducir la calidad de vida de la sociedad en general para que no se noten las diferencias entre unos y otros. Es decir, si todos somos desfavorecidos, no hay que hacer esfuerzos por igualar e integrar. Con este panorama, dan ganas de salir corriendo de España.


Cambio de tercio. Paso a una noticia que he leído esta semana y me ha "encantado". Resulta que "el Servicio Público de Empleo Estatal (SPEE), antiguo Inem, obligará a desempleados a presentarse en sus oficinas 'en los días y horas' que se determinen para controlar posibles casos de fraude en el cobro de las prestaciones". A ver, que no me parece mal que haya que demostrar de alguna manera que se está en el paro para cobrar las prestaciones, pero... ¿por qué no obligan a los diputados y senadores a comparecer en las Cortes para evitar sueldos fraudulentos? Y no sólo obligarles a asistir a las sesiones, sino a atender, que ya me gustaría a mí que me pagasen por dormir y navegar por internet (es curioso que en la empresa privada sean motivos de despido y en la Administración se pague a la gente por hacerlo). Señores, un poquito de seriedad...
Recuerdo que en el colegio, tras 3 faltas de asistencia injustificadas, te expulsaban y te abrían un expediente. No sé si ahora sigue siendo así, pero la solución para los alumnos es fácil: "mire, profesor, es que yo no quiero ir a la universidad... yo voy para diputado". Y asunto resuelto.

Y dejo para el último tema el que más me gusta. Hace unos días leo que el abogado de Iñaki Urdangarín ha planteado a la Fiscalía la disposición de su cliente a declararse culpable de los hechos delictivos que se le imputan a cambio de que le pidan una condena inferior a dos años (con lo cual, al carecer de antecedentes penales, no ingresaría en prisión). Además, el Duque de Palma se compromete "generosamente" a devolver el dinero público que salió de Valencia y Baleares. 
¿Saben lo que me parece esta proposición? La versión "picaresca española" del "Halloween" americano: primero el truco (el de hacer desaparecer el dinero) y, cuando les pillan, el trato (devolverlo y admitir el delito para no ir a la cárcel).

Debería ser obligatorio que todas las personas que se apropian indebidamente de fondos públicos tuviesen que reponer la cantidad sustraída (quizá, incluso, con intereses). Independientemente de la posterior condena. Además, para algunos, el gozar de ciertas situaciones de privilegio debería traer consigo unas responsabilidades como, para empezar, la de dar ejemplo al resto de los ciudadanos. Y la justicia debería penalizar al menos con igual dureza las acciones de estas personas con privilegios (si no más duramente, ya que, como digo, son los que nos representan dentro y fuera de nuestro país, y se les recompensa suficientemente por esa labor).
Después he leído que "la Fiscalía no hará pactos con Torres y Urdangarín en plena investigación". Menos mal, porque ya estaba a punto de pensar que estamos todos locos...

2 comentarios:

  1. Muy de acuerdo en todas las opiniones. Aunque ahora tienes que escribir otro post igual pero viendo la parte positiva de las cosas, que te ha quedado muy "destructor"

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